Como un fallo histórico fue calificado la decisión del Tribunal de Letras del Trabajo de Valparaíso, al acoger la demanda a favor de cuatro futbolistas en contra del club deportivo Everton. El recurso exigía que el empleador reconociera la relación laboral y la vulneración de derechos de las jugadoras.
“Demandar implicaba dejar de jugar y correr riesgos, pero fuimos valientes por nosotras, por la del lado y por mis compañeras, para que finalmente todas podamos disfrutar del fútbol. Estamos muy contentas”, señaló una de las futbolistas demandantes, Nicole Mariñelarena.
Principalmente, las jugadoras pedían que sin importar que no existiera un contrato por escrito, el club debía reconocer una relación laboral, considerando que las futbolistas se desempeñaban de igual forma como profesionales y trabajadoras de Everton.
“Efectivamente, existió entre los litigantes, una prestación de servicios que se comprometieron a realizar las actoras, con jornada diaria y obligatoria, con el deber de someterse a controles nutricionales y psicológicos y con la carga de representar al club en el campeonato profesional nacional”, declaró la sentencia.
Otro punto importante del fallo, fue la vulneración al derecho a la libertad de trabajo que el club ejerció contra las futbolistas al retenerles el permiso para jugar en otro equipo.
La sentencia indicó que Everton mantuvo a las jugadoras “cautivas por la propiedad de sus respectivos pases” y que “a nadie se le puede imponer un trabajo, ni tampoco ser negado, por razones arbitrarias, y nadie puede trabajar sin recibir una justa retribución”.
Por su parte, la presidenta de la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (Anjuff), Iona Rothfeld, destacó el resultado de la demanda señalando que los clubes deben reconocer la importancia de que las jugadoras cuenten con las condiciones para trabajar y competir.
“Va a marcar un antes y un después en el desarrollo del fútbol femenino chileno. Espero que esto realmente sea un empujón y un remezón para aquellos que aún se resisten a reconocernos como futbolistas’’, sostuvo Iona Rothfeld.
El abogado que acompañó a las futbolistas en el proceso, Manuel Guerra Castillo, también valoró la sentencia y explicó que va en la dirección correcta, tomando en cuenta la reciente aprobación de la ley de profesionalización del futbol femenino en el país.
Por último, el club viñamarino tendrá que indemnizar a las juzgadoras y pagarles sus remuneraciones devengadas hasta 2 años antes de la fecha de la presentación de la demanda.