El Parlamento de Uganda aprobó el martes una ley que tipifica como delito identificarse como persona LGBTQ, otorgando a las autoridades ugandesas amplios poderes para perseguir a los ciudadanos homosexuales, que ya sufren discriminación legal y violencia colectiva.
Más de 30 países africanos, entre ellos Uganda, prohíben en la actualidad las relaciones entre personas del mismo sexo. La nueva ley parece ser la primera en ilegalizar la mera identificación como lesbiana, gay, bisexual, transexual o «queer» (LGBTQ), según la organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch.
Los partidarios de la nueva ley afirman que es necesaria para castigar una gama más amplia de actividades LGBTQ, que según ellos amenazan los valores tradicionales de esta nación conservadora y religiosa de África Oriental.
Además de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, la ley prohíbe la «promoción» y la «incitación» a la homosexualidad, así como la «conspiración» para practicar la homosexualidad.
Las infracciones de la ley conllevan penas severas, incluida la pena de muerte para la llamada «homosexualidad agravada» y cadena perpetua para el sexo homosexual. Según la ley, la «homosexualidad agravada» implica relaciones homosexuales con menores de 18 años o cuando el autor es seropositivo, entre otras categorías.
«Nuestro Dios creador está contento (con) lo que está ocurriendo (sic) (…). Apoyo el proyecto de ley para proteger el futuro de nuestros hijos», declaró el parlamentario ugandés David Bahati durante el debate de la ley.
«Se trata de la soberanía de nuestra nación, nadie debe chantajearnos, nadie debe intimidarnos.»
La legislación será enviada ahora al presidente Yoweri Museveni para que la sancione con su firma.
Frank Mugisha, destacado activista ugandés del colectivo LGBTQ, denunció la legislación como draconiana.
«Esta ley es muy extrema y draconiana (…). Criminaliza el hecho de ser una persona LGBTQ, pero también están intentando borrar toda la existencia de cualquier ugandés LGBTQ», afirmó.
Museveni, que no se ha pronunciado sobre la actual propuesta, lleva mucho tiempo oponiéndose a los derechos de las personas LGBTQ. En 2013 firmó una ley contra este colectivo, que los países occidentales condenaron antes de que un tribunal nacional la anulara por motivos de procedimiento.
En las últimas semanas, las autoridades ugandesas han tomado medidas enérgicas contra las personas LGBTQ, después de que líderes religiosos y políticos denunciaran que se estaría «reclutando» a estudiantes para fomentar la homosexualidad en las escuelas.
Este mes, las autoridades detuvieron a una profesora de secundaria en el distrito oriental de Jinja, acusada de «preparar a niñas para prácticas sexuales contra natura».
Posteriormente fue acusada de indecencia grave, tras lo que se encuentra en prisión a la espera de juicio.
El lunes, la policía ugandesa informó de la detención de seis personas a las que acusa de dirigir una red que «participaba activamente en la captación de jóvenes para actos de sodomía (sic)».