El informe de coyuntura latinoamericana de la influyente consultora Gemines señaló que en Chile comienzan a aparecer señales claras de desaceleración de la actividad económica y el empleo, a dos semanas del plebiscito que decidirá si se aprueba o se rechaza la propuesta de nueva Constitución.
Según explicaron desde la entidad de análisis financiero, el alto nivel inflacionario (13,1% 12M), mantiene caídas por nueve meses consecutivos en las remuneraciones reales, lo que junto con peores expectativas económicas de los hogares, menor crecimiento del empleo y un incremento significativo en el costo del crédito, explican una importante ralentización del consumo privado.
Gemines afirma que «si se agrega la caída que registra la inversión y el menor impulso del sector exportador, se entiende que la economía esté entrando en una fase recesiva», la que se mantendría por cuatro trimestres consecutivos.
«Un espiral especulativo contra el peso forzó al Banco Central a una intervención en el mercado cambiario, con fuerte oferta de dólares spot además de forwards en pesos nominados en dólares. Con ello el tipo de cambio, que alcanzó a llegar a 1.050 pesos por dólar hace algunas semanas, ha vuelto a niveles en torno a los 900 pesos», relata la consultora, afirmando que a pesar del deterioro que registra la actividad, es muy probable que el Banco Central acentúe el alza en la TPM en el mes de septiembre (hoy en 9.75%) de manera de ajustar a la baja las expectativas inflacionarias a 12 y 24 meses.
Escenario polarizado
En términos políticos, a dos semanas del plebiscito de salida para aprobar o rechazar el proyecto constitucional, Gemines sostiene que «el escenario político ha tendido a polarizarse, en un ambiente de creciente crispación».
Dicen que hasta ahora las encuestas, todas ellas, apuntan a un triunfo de la opción rechazo, la que, dependiendo la fuente, mantiene una ventaja de entre 5 y 10 puntos porcentuales en relación al apruebo. Con todo, «ambos bandos avanzan en compromisos de generar cambios post plebiscito, mejorando el proyecto actual de ganar el apruebo, o iniciando un nuevo proceso constituyente en caso que gane el rechazo. Lo anterior es reflejo de que del orden de 2/3 de la población quiere una nueva constitución, pero más moderada que la propuesta en curso», afirma Gemines.
«El mercado tiende a premiar la opción rechazo, lo que podría verse reflejado en un menor tipo de cambio y en una más pronta recuperación de la inversión. Sin embargo, lo relevante a destacar es que con posterioridad al plebiscito de salida el proceso constituyente seguirá en curso, lo que mantendrá importantes niveles de incertidumbre regulatoria», concluye el informe.
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