La detención este miércoles del líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul se suma a una larga lista de escenarios judiciales, que han terminado en condenas.
El primero de ellos ocurrió el año 2001, cuando fue condenado por la Corte de Apelaciones de Concepción (sistema antiguo) a 541 días de cárcel por infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado.
En 2007, fue condenado por el Tribunal Oral de Concepción por porte ilegal de arma de fuego, tras ser detenido en febrero de ese año en Concepción con un revólver Taurus 9 mm, además de un cargador con 10 tiros y 53 balas. Fue sentenciado a cancelar una multa de 11 UTM.
Además, fue imputado por un atentado incendiario de maquinaria agrícola en el fundo Las Praderas de Cholchol, ocurrido el 25 de diciembre de 2006, pero en el juicio desarrollado en el Tribunal Oral de Temuco en 2008 resultó absuelto.
El 22 de marzo de 2011 fue condenado por el Tribunal Oral en lo Penal de Cañete a 10 años y un día de presidio por robo con intimidación, más 15 años y un día por homicidio frustrado en contra de un fiscal adjunto del Ministerio Público, y de lesiones graves en contra de personal de la Policía de Investigaciones. Todos los delitos cometidos en la comuna de Tirúa, el 16 de octubre de 2008.
En junio de 2011 esta condena fue modificada por la Corte Suprema, que acogió en parte las alegaciones de su defensa y dictaminó que mantener la pena de 10 años y un día por el robo con intimidación y rebajar a 4 años y un día, al dictar sentencia de reemplazo en cuanto a los ataques al fiscal y a los funcionarios de la PDI.
En 2015 fue beneficiado con la libertad condicional.
En 2017 su defensa consiguió reducir la pena de 10 años y un día por el robo con intimidación a 5 años y un día, esto a partir de una interpretación de la Ley Corta Antidelincuencia, que eliminó la agravante que se aplicaba a personas imputadas y que delinquían en grupo. De esta manera se le dio la pena por cumplida.
Además, durante su etapa universitaria y en plena dictadura -el 28 de abril de 1988- fue detenido por efectivos de Carabineros y luego, por disposición de la Fiscal a Naval de Valparaíso, fue recluido en la Cárcel de Quillota, penal donde estuvo incomunicado y sometido a torturas por agentes de la CNI.