En enero pasado, Biblioteca Viva anunció el cierre definitivo de la entidad. Luego de veinte años de trabajo, las diez sedes de este proyecto han cerrado sus puertas.
La pandemia y las restricciones sanitarias asociadas a su control afectaron, por un período prolongado, el funcionamiento de las sedes de Biblioteca Viva.
«Se ha tratado, sin duda, de una contingencia sin precedente, que afectó los espacios culturales y de encuentro masivo en todo el mundo y que, lamentablemente, nuestras bibliotecas no estuvieron ajenas a ello», manifestó Biblioteca Viva en su sitio web.
Fueron dos décadas en las que acompañados «por un gran equipo impulsamos una propuesta única, diferenciadora y profundamente humana: una iniciativa que, sin duda, enorgullece a todas y todos quienes fueron partícipes de ella».
La entidad agradeció a las personas que, año a año, se hicieron socias, visitaron sus sedes y a todas quienes hicieron posible esta iniciativa.
Con el objetivo de mantener vivo el espíritu de Biblioteca Viva, durante estos meses la entidad donó las colecciones de libros, mobiliario y otros insumos a instituciones de las regiones de Antofagasta, Maule, Biobío, Araucanía y Metropolitana.
Instituciones beneficiadas
En la Región de Antofagasta, las beneficiadas fueron la Escuela Básica Javiera Carrera y la Fundación Recrea (La Chimba).
En la Región Metropolitana, en tanto, recibieron los donativos la Asociación Cultural Municipal de Cerrillos, el Departamento de Cultura y Biblioteca pública de Lo Espejo, la Biblioteca pública de Quinta Normal, la Biblioteca pública de Cerro Navia, la Biblioteca municipal de Estación Central, Corporación Patas y Letras (Santiago), la Fundación Amor (Lo Espejo), la Corporación Educacional Aprender (La Pintana y Lo Espejo), la Biblioteca comunitaria Villa Santa Carolina (Macul), el Liceo Juan Bautista Pastene (Peñalolén), la Escuela Básica Santa Adriana (Lo Espejo), la Corporación Colegio Sao Paulo (Estación Central), la Fundación Tacal (Independencia), el Colegio Terra Austral Oeste (Maipú), la Betterland School (población Ermita de San Antonio) y la Escuela Los Cerezos (La Florida).
En la Región del Maule, los beneficiados fueron la Biblioteca pública de Constitución.
En la Región del Biobío, en tanto, en Concepción, fueron beneficiados el Centro Penitenciario El Manzano, ONG Ansiosxs Bibliomóvil, Centro Artístico de Concepción, la Biblioteca pública de Hualpén, Dos Tercios Editorial, la Fundación Galería Aura, el Centro cultural, Almacén Editorial, la Librería Página 128, la Corporación para la Atención Integral del Maltrato, el Espacio Cultural Casa 916, Infocap, la Corporación Sempiterno, el Instituto Nacional de los Derechos Humanos, el Parque Cerro Caracol y el Colectivo 1527.
En Talcahuano, recibieron donaciones el COSAM, Servicio de salud de Talcahuano, mientras en San Pedro de la Paz recibieron insumos la
ONG Ponte en Acción y la Biblioteca comunitaria del sector Michaihue.
En Los Ángeles, los beneficiados fueron la Biblioteca pública y Corporación cultural de Los Ángeles, la Compañía de cuentacuentos Piyawn, el Colectivo Creacción, el Colectivo Ekuwün, la Agrupación Pandivi, CECREA, el Colectivo circense Pacarí.
También fueron beneficiados la Biblioteca pública de Quilleco, la Escuela Básica John F. Kennedy (Chiguayante), la Biblioteca comunitaria de Dichato (Tomé), la Biblioteca comunitaria Los Aromos (Salto del Laja), la Agrupación de Adulto Mayor Los Aromos (Salto del Laja), la Agrupación cultural Frontera (Mulchén), la Escuela de Ralco (Alto Biobío) y la Biblioteca comunitaria Callaqui (Alto Biobío).
En la Región de la Araucanía, recibieron donaciones la Escuela básica La Dehesa de Cunco y la Biblioteca comunitaria Biblioveja (Victoria).