China ha dado por finalizados sus ejercicios militares alrededor de la isla de Taiwán, tras seis días ininterrumpidos de ejercicios con fuego real en la zona, anunció este miércoles el Ejército Popular de Liberación (EPL).
En un breve comunicado publicado en la red social Weibo, equivalente en China a Twitter, el portavoz del Comando del Teatro de Operaciones Oriental del EPL, Shi Yi, afirmó que habían “completado con éxito” varios objetivos en las recientes maniobras.
“El EPL ha completado con éxito varias tareas y ha probado de manera efectiva las capacidades integradas de combate conjunto de las tropas”, agregó Shi.
En el mismo anuncio aseguraban que mantendrían los ejercicios regulares y las operaciones habituales en el área, entre las que se incluyen las patrullas en el Estrecho de Taiwán.
Este comunicado llega el día después de que el propio ejército taiwanés comenzase sus maniobras para poner a prueba su capacidad defensiva frente a una hipotética invasión por parte de China, ejercicios que tendrán continuación el jueves.
Las maniobras de guerra chinas comenzaron el pasado jueves en respuesta a la visita a Taipéi de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, e inicialmente debían concluir el domingo.
Taiwán ha descrito la presencia militar china en las citadas áreas como un «bloqueo», y la presidenta isleña, Tsai Ing-wen, calificó la «deliberadamente elevada amenaza militar» de China de «irresponsable».
China, que calificó la visita de Pelosi como «farsa» y «traición deplorable», reclama la soberanía de la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
China advierte que no tolerará a «separatistas» taiwaneses
«La Cuestión de Taiwán y la Reunificación de China en la Nueva Era», el libro blanco publicado por la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado chino, define cómo Pekín pretende tomar la isla mediante incentivos económicos y presión militar.
«Estamos listos para crear un vasto espacio para la reunificación pacífica, pero no dejaremos lugar para actividades separatistas de ninguna forma», señala el libro blanco.
«Trabajaremos con la mayor sinceridad y haremos todo lo posible para lograr la reunificación pacífica. Pero no renunciaremos al uso de la fuerza y nos reservamos la opción de tomar todas las medidas necesarias», destaca el documento.
«Esto es para protegernos contra la injerencia externa y todas las actividades separatistas. De ninguna manera tiene como objetivo a nuestros compatriotas chinos en Taiwán. El uso de la fuerza será el último recurso tomado en circunstancias apremiantes», agrega.
La última vez que China promulgó un libro blanco sobre Taiwán fue en 2000.
Desde la década de 1990, la isla pasó de ser una autocracia a una democracia vibrante, y ha emergido una identidad taiwanesa particular.