Un interesante e intenso debate se estaría dando en el corazón del laguismo: ¿aprobar o rechazar? Según algunos de los allegados más cercanos al exmandatario, la postura de Ricardo Lagos Escobar estaría más o menos clara: aprobar la nueva propuesta constitucional, pero con la idea de acometer una serie de reformas en materias que preocupan a él y su sector, especialmente aquellas innovaciones relativas a los sistemas de justicia y la plurinacionalidad.
Un artículo publicado por La Tercera da cuenta de las tratativas y conversaciones que ha sostenido Ricardo Lagos con referentes del empresariado, la derecha y el concertacionismo clásico, entre ellos el presidente de la CPC, Juan Sutil; la senadora DC Ximena Rincón y los convencionales Felipe Harboe (ind.) y Fuad Chahin (DC), Gonzalo Blumel (Evopoli) y Máximo Pacheco (PS).
“Lagos ya no está tan preocupado por los cambios al sistema político y económico, sí, en su calidad de abogado, mantiene intacta su inquietud por el fin de un Poder Judicial unificado y el paso a dos sistemas de justicia distintos (Sistema Nacional de Justicia y Sistemas de Justicia Indígenas)”, indicó una fuente en off, quien aclaró que el exmandatario ya ha mostrado más tranquilidad respecto de algunas materias que le provocaban ruido, como las autorizaciones administrativas para las mineras privadas.
Sergio Bitar ya expresó su opción: “Hay que aprobar para corregir”, lo que sería más o menos indicativo de la postura que asumiría el ex Presidente. “La Constitución nueva contiene elementos esenciales de futuro, cuyo eje es el Estado social y democrático de derecho, la expansión de los derechos ciudadanos, políticos económicos y sociales, los avances en igualdad, diversidad, sustentabilidad, todos esenciales para el futuro de Chile. Sin embargo, subsisten aspectos, a mi juicio inconvenientes, que requieren corrección y que tendrán que ser abordados por el Parlamento si se aprueba el texto constitucional”, afirmó Bitar.
“Se trata de temas que inquietan a la ciudadanía y que es obligación atender, como la plurinacionalidad y su alcance, la autonomía del Poder Judicial, el financiamiento público a la educación particular subvencionada, la garantía de funcionamiento de servicios privados de salud, la organización de un enjambre de autonomías regionales y municipales, y un Senado (con el nombre que se acuerde) con poder real”, agregó Bitar, quien refirió la existencia de una comisión en el PPD que se encuentra estudiando el borrador.
Agustín Squella, en tanto, señaló que “no creo que tengamos otro político en Chile que conozca mejor el país y el mundo, pero asumo que tiene la misma dificultad que tengo yo, con diferencia de varios años a mi favor, que es la comprensión de nuevas palabras y conceptos que tendrá la propuesta constitucional, porque esta no está siendo pensada solo para dejar atrás la Constitución del 1980, sino para regir en un nuevo siglo y a otras generaciones”.
“No le queda otra… Imagínate a Lagos rechazando…”, dijo a su turno un exministro suyo.